martes, 17 de julio de 2007

GRAN ACTO POR LA UNIDAD Y LA CONSOLIDACIÓN DE LA UNT. JUEVES 26 DE JULIO. CARACAS

POR LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA Y EL MOVIMIENTO SINDICAL:
- ¡ELECCIONES POR LA BASE EN UNT ESTE AÑO!
- ¡CONFORMACIÓN DE UNA DIRECCIÓN SINDICAL CLASISTA Y REVOLUCIONARIA RECONOCIDA POR TODOS LOS TRABAJADORES!
- ¡PLATAFORMA PROGRAMÁTICA SINDICAL CLASISTA!
- ¡LUCHA CONTRA LA BURGUESÍA BUROCRÁTICA DE ESTADO Y EL IMPERIALISMO!
- ¡LUCHA REVOLUCIONARIA DE LA CLASE TRABAJADORA POR EL SOCIALISMO Y CONTRA EL CAPITALISMO PRIVADO O ESTATAL!


Este jueves 26 de julio, trabahadores y dirigentes sindicales de todo el país estaremos

martes, 29 de mayo de 2007

CONSEJOS DE TRABAJADORES. PROPUESTA DE CONFORMACIÓN


“El derecho al trabajo es, en el sentido burgués, un contrasentido, un mezquino deseo piadoso, pero detrás del derecho al trabajo está el poder sobre el capital, y detrás del poder sobre el capital la apropiación de los medios de producción, su sumisión a la clase obrera asociada y, por consiguiente, la abolición tanto del trabajo asalariado como del capital y de sus relaciones mutuas.”
Karl Marx, Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850.


"Los miembros de la asamblea municipal, siempre controlados, vigilados, discutidos por la opinión, son revocables, cuentadantes y responsables."
"Cuando podamos poner los ojos donde quiera que se encuentren nuestros asuntos, donde quiera que se preparen nuestros destinos, entonces, solamente entonces, no podrán más nunca estrangular la república."

Llamado a elecciones para la Comuna de París
Comité Central de la Guardia Nacional, 18 de marzo de 1871



“No perdáis de vista que los hombres que os servirán mejor son aquellos que escojáis entre vosotros mismos, que viven vuestra propia vida, sufren de los mismos males. Desconfiad tanto de los ambiciosos como de los recién llegados; los unos como los otros no consultan sino su propio interés y acaban siempre por considerarse como indispensables"(...) "Estamos convencidos que, si tomáis en cuenta estas observaciones, habréis por fin inaugurado la verdadera representación popular, habréis encontrado mandatarios que no se considerarán nunca como vuestros amos".
Consejos en vísperas de las elecciones del 26 de marzo de 1871
Comité Central de la Guardia Nacional


CONSEJOS DE TRABAJADORES: JUSTIFICACIÓN Y NECESIDAD
Basados en los principios de corresponsabilidad, cooperación, solidaridad, transparencia, eficiencia, eficacia y rendición de cuentas consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en atención a lo relacionado con la construcción del nuevo modelo económico, proponemos la creación de los Consejos de Trabajadores en las empresas, fábricas, talleres, escuelas, universidades, centros asistenciales y hospitalarios, y toda clase de instituciones, tanto públicas como privadas. Ellos son la expresión del poder originario y de la democracia directa, con la participación activa de los trabajadores en estos espacios, conformados en los propios centros de trabajo, para prefigurar un nuevo tipo de relaciones.

Los Consejos de Trabajadores también deben generar propuestas, tanto en la resolución de la problemática concreta de la clase, como en torno a la construcción del nuevo Estado, que se corresponda con un modelo socialista, que produzca bienestar, justicia y mejor calidad de vida para los trabajadores y sus familias, así como al pueblo venezolano en su totalidad.

Por ello, los Consejos de Trabajadores son un embrión del nuevo Estado del Poder Popular que emergerá de las ruinas del Estado burgués neocolonial venezolano hoy en descomposición.

Finalmente, asumimos la directriz presidencial del viernes 23 de febrero del año en curso, que llama a la conformación de los Consejos de Trabajadores.

CONSEJOS DE TRABAJADORES: ORGANIZACIÓN Y CONFORMACIÓN
Consejos de Trabajadores: se conciben como instancias de articulación e integración que permitirán a los trabajadores y trabajadoras ejercer directamente la gestión de la empresa en concordancia con las políticas públicas trazadas por el gobierno nacional orientadas a la construcción de una sociedad de equidad y justicia social.

Asambleas de Trabajadores y Trabajadoras: son la máxima instancia de decisión y estarán integradas por los trabajadores y trabajadoras de determinada empresa.

Mesas Técnicas de Trabajo: espacio de análisis y discusión formado por un equipo de trabajadores y trabajadoras que tienen un objetivo común: tomar decisiones en los aspectos administrativos, tecnológicos, operativos y laborales de la organización, dando vialidad a la cogestión como cambio en las relaciones de producción, formando un elemento multiplicador de conocimientos y motivando círculos de estudio en toda la organización.

Voceros: trabajadores/trabajadoras elegidos/elegidas libre y democráticamente con carácter de revocabilidad por la Asamblea de trabajadores y trabajadoras para representarlos en las diferentes Mesas Técnicas de Trabajo que se realicen en el centro de trabajo.

Contraloría Social: es la fiscalización, control y supervisión del manejo de los recursos recibidos o generados por la empresa, así con también el control de la planificación, desarrollo, ejecución y seguimiento de los programas y proyectos de inversión presupuestados, ejecutados y por ejecutar en la empresa.

CONSEJOS DE TRABAJADORES: FUNCIONES Y TAREAS
1.
La organización, funcionamiento y acción del Consejo de Trabajadores se rige conforme a los principios de corresponsabilidad, cogestión, autogestión, cooperación, solidaridad, transparencia, rendición de cuentas.

2. En el Consejo de Trabajadores se concreta tanto la democracia política como la democracia económica, con el respaldo jurídico que establece la constitución, cuando plantea que la república será un “Estado democrático y social de Derecho y de Justicia” (Art. 2).

Aquí aparece la vinculación de la democracia en el terreno político con la democracia social y económica. Estamos en proceso de construcción de los cimientos de un NUEVO ESTADO (el Estado que hemos heredado no responde a las exigencias transformadoras y la nueva institucionalidad apenas está naciendo) En esa dirección se puede sostener que el Consejo de Trabajadores prefigura los rasgos del nuevo Estado de la V República.

3. El Consejo de Trabajadores coloca la economía al servicio del hombre, rompiendo con la lógica mercantil, ya que no se trata del afán de lucro y la máxima ganancia como móvil de la producción, sino la satisfacción de necesidades colectivas.

4. El Consejo de Trabajadores asume también como tarea, la superación del trabajo alienado que surge en el régimen de producción capitalista, donde el trabajador está separado y enfrentado con los medios de producción, pero también con sus productos convertidos en mercancías.

5. Movimiento dirigido a superar las relaciones de producción capitalistas. Se plantea la abolición de la jerarquía y el despotismo de fábrica, colocando en cuestión a la división social del trabajo, es decir, la separación entre el trabajo manual e intelectual, la cual es una de las principales relaciones de dominación que se coloca en entredicho a través del ejercicio de la democracia de los trabajadores.´
  • Crítica al monopolio y la jerarquía del saber, que se materializa en la expertocracia o en las modalidades tecnocráticas.
  • Cuestionamiento de la fragmentación del saber que surge de la especialización.
  • Darle dignidad teórica al trabajo manual, reivindicando el saber popular, propugnando el diálogo de saberes.
  • Asumir la democratización del saber y el pensar con cabeza propia, como requisitos básicos de la democracia en la empresa.
  • Abolición del secreto comercial y de los secretos tecnológicos. Apertura de los libros de contabilidad, humanización de las jornadas y puestos de trabajo.
  • Conocimiento de la relación salarial, la seguridad y la salud ocupacional.

6. Delegación y descentralización de la capacidad de decisión y de las funciones, concretado en un nuevo modelo de gestión con planificación democrática y elaboración participativa del presupuesto.
En esa dirección, el cambio gerencial, forma parte de la profilaxis antiburocrática, la cual está signada por:

  • La democratización del saber y el diálogo permanente.
  • La transparencia informativa y libre acceso a los documentos restringidos.
  • El trabajo en equipo y colegiación de las decisiones.
  • La delegación de funciones para aplanar las estructuras gerenciales.
  • La simplificación de trámites y el combate a la cultura del papeleo.

7. Elaboración del presupuesto participativo, como práctica democrática en el Consejo de Trabajadores. Aquí se materializan los diversos puntos de vista sobre los problemas a resolver, iniciativas de cambio, aportes e innovaciones del colectivo:
a. El presupuesto participativo significa otra distribución de los recursos públicos, tradicionalmente en manos de algunas élites, de especialistas o expertos. Ahora se trata de que los trabajadores, participen en los debates y consultas sobre ingresos y gastos, naturaleza de las inversiones y áreas prioritarias en la empresa.
b. El presupuesto participativo promueve el combate contra la burocracia, ya que permite evaluar la maquinaria administrativa, ubicando sus principales fallas: papeleo, recaudos inútiles, pasos innecesarios. El presupuesto participativo, favorece también el combate a la corrupción, ya que la participación del conjunto de los obreros y empleados de la empresa, neutraliza el clientelismo, el tráfico de influencia en los cupos, licitaciones, compras o inversiones.
c. El presupuesto participativo, genera condiciones propicias para el seguimiento y control de gestión, ya que el colectivo puede evaluar en forma permanente la ejecución de lo acordado, y vigilar los recursos empleados.
d. El presupuesto participativo, permite combatir la parcelación y fragmentación del conocimiento, ya que muchas veces “vemos los árboles pero sin mirar el bosque”, es decir, no vemos más allá del estrecho marco de nuestro campo de trabajo sin comprender las múltiples conexiones en el proceso político-social, sin valorar adecuadamente la complementación y reciprocidad que debe existir entre las diversas iniciativas, planes y programas, sin desarrollar la cooperación y la solidaridad entre todos.
e. Finalmente, podemos indicar que el presupuesto participativo, por todo lo anterior, puede facilitar la superación de un conjunto de errores y fallas que tradicionalmente están presentes en la formulación y planificación del presupuesto: falta de sinergia, escasa coordinación, poca articulación y pertinencia social de la gestión pública.

8. En el marco de las nuevas relaciones de producción, donde se inscribe el Consejo de Trabajadores, la producción no se rige por el mercado, sino que es regulada conscientemente por los trabajadores, en función de necesidades colectivas. Esta regulación consciente, involucra un proceso de planificación, pero sin el carácter burocrático y vertical de los planes estatales que hemos conocido.

El ejercicio de la democracia participativa y protagónica, los mecanismos de contraloría social, exigen también de una PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA en el proceso económico-social.

La planificación democrática y la participación ciudadana en el proceso de elaboración y ejecución de políticas públicas, es uno de los rasgos constitutivos de la nueva república en construcción, tal como está concretado en el mandato constitucional referido específicamente al ámbito de la planificación. En el Art. 299, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece que el Estado promoverá “el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica y democrática, participativa y de consulta abierta”.

Este mandato también está establecido en el Art. 9 de la Ley Orgánica de Planificación, cuando se refiere a lo que venimos reseñando: “Se entiende por viabilidad socio-política, que el desarrollo de los planes cuenten con la participación y el apoyo de los sectores sociales”.

9. Reparto equitativo de los excedentes de la producción como esfuerzo colectivo. Las formas de distribución del excedente, que no persigue la apropiación individual del trabajo ajeno o la acumulación de capital, se guían por principios de solidaridad, equidad y cooperación. En tal sentido, en el Consejo de Trabajadores, los excedentes se reparten en una serie de fondos:

  • Un primer fondo de carácter social, dirigido a devolverle a la sociedad en su conjunto, parte de la riqueza generada por el trabajo colectivo. Con estos aportes se apoyan las Empresas de Producción Social (EPS), Cooperativas y Núcleos de Desarrollo Endógeno (NUDES), igualmente las misiones educativas, planes de vivienda y desarrollo territorial.
  • Un segundo fondo para cubrir gastos asociados a deudas, compras de equipos y materias primas.
  • Un tercer fondo para la seguridad social y la remuneración básica de los trabajadores.
  • Y finalmente, un fondo rotatorio para las contingencias.
  • 10. La contraloría social es ejercida por los trabajadores y las trabajadoras a través de organismos específicos creados para tales fines. Se trata de una práctica para realizar la contraloría social en el manejo de los recursos asignados a la empresa, así como sobre los programas y proyectos de inversión pública presupuestada. La contraloría social tiene como objetivo:
    a. Dar seguimiento al funcionamiento del Consejo de Trabajadores en su conjunto.
    b. Promover una práctica permanente de vigilancia y control de la administración en la empresa.
    c. Ejercer el control en la ejecución del plan estratégico de la empresa y los diversos programas y proyectos.

    ______________________________________________
    La presente propuesta ha sido ampliamente adaptada a partir de elementos contenidos en el texto “Trabajadores de CVG ALCASA consagraron en su nuevo contrato colectivo la propuesta de los consejos de fabrica y la cogestión revolucionaria”, y “En la construcción del socialismo hay que erradicar la explotación del trabajo. (A propósito del Aló Presidente)”, contenidos en la recopilación de Carlos Lanz Rodríguez: El consejo de fábrica y la construcción del socialismo (Antecedentes teóricos e históricos de un debate inconcluso) (http://www.aporrea.org/ ideologia/a30181.html, 01/02/07) y en la 1era. edición en papel, con el mismo título, de febrero de 2007, pero sin pie de imprenta (respectivamente pags.9-13 y 13-15). Además contiene la posición del Colectivo Trabajadores en Revolución sobre los Consejos Bolivarianos de Trabajadores contenida en su Declaración de Principios de noviembre de 2006 (http://www.aporrea.org/%20trabajadores/%20a27778.html 02/12/06).

    Unión Nacional de Trabajadores-Colectivo de Trabadores en Revolución-ZULIA
    Febrero de 2007


    ALGUNOS ELEMENTOS PRÁCTICOS PARA EL DEBATE
    Y LA CONFORMACIÓN DE LOS CONSEJOS DE TRABAJADORE

1. Conformar un equipo promotor.
2. Este equipo promotor debe cumplir con las siguientes tareas mínimas:

  • Hacer un claro diagnóstico de la situación de la fábrica, taller, empresa, centro de trabajo, etc., donde se va a conformar el Consejo de Trabajadores. Diagnóstico que debe comprender: tipo de empresa, propiedad de la empresa, ubicación dentro de la estructura económica regional y nacional, relaciones de trabajo, situación de la contratación colectiva, existencia o no de sindicato, caja de ahorros, comité de seguridad y salud laboral, directores laborales, etc.
  • A partir de este diagnóstico, realizar la propuesta específica de conformación del Consejo de Trabajadores.
  • Dar a conocer al conjunto de los trabajadores/as la propuesta. (Debates, foros, documentación escrita sobre el tema).
  • El equipo promotor (de ser posible, conjuntamente con la directiva sindical o parte de la misma) convoca la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras para que la misma elija a los miembros que constituirán el Consejo de Trabajadores. El número de sus integrantes dependerá del tamaño de la empresa y de la propia organización interna del trabajo productivo (con guardias o sin guardias, departamentos, sucursales, etc.).

3. Una vez conformado el Consejo de Trabajadores, éste debe reunirse y elaborar un plan de acción para ser presentado a la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras de la empresa que lo aprobará o modificará.






miércoles, 16 de mayo de 2007

LOS CONSEJOS BOLIVARIANOS DE TRABAJADORES


Por: Colectivo de Trabajadores en Revolución

Esta es una propuesta organizativa del Colectivo de Trabajadores en Revolución, fundamentados en el preámbulo constitucional que establece el carácter participativo y protagónico de nuestra Democracia y debe ser aplicada tanto en el ámbito público como el privado.

Los Consejos Bolivarianos de Trabajadores (CBT) se conciben como instancias de articulación e integración que permitirá a los trabajadores y trabajadoras ejercer su participación no sólo en la toma de decisión, sino en la gestión de la Empresa, en concordancia con las políticas públicas trazadas por el Gobierno Revolucionario orientadas a la conclusión de una sociedad de equidad y Justicia Social.

Son una respuesta política de los trabajadores desde las bases, a la exigencia del momento histórico que vivimos.

Los Consejos Bolivarianos de Trabajadores (CBT) son análogos a los Consejos Comunales, sólo que su ámbito de acción es el Centro de Trabajo y su función está orientada a la organización y participación social de los Trabajadores en la toma de decisiones que afectan no sólo al trabajador sino también a la producción y al entorno social en el que se desarrolla.

La toma de decisiones se hará a través de mesas de trabajo, discusión y análisis conformados por trabajadores y trabajadoras que tienen un fin común, abarcando así los aspectos administrativos, tecnológicos, operativos y laborales de la organización; le da viabilidad a la cogestión como cambio en las relaciones de producción formando un elemento multiplicador de conocimiento y motivando círculos de estudios en toda la organización. No sustituye a los Sindicatos, los retroalimenta y direcciona políticamente, evaluando las contrataciones colectivas y el desempeño de la acción sindical y a sus dirigentes.

Prepara a los trabajadores para asumir en el futuro la conducción del centro de producción, institución de servicios o dependencia del Estado, a través de la autogestión Revolucionaria. Se relaciona activamente con el entorno social que le rodea estableciendo redes de participación con los Consejos Comunales, Misiones y Organizaciones Sociales como CTU, Madres del Barrio, Mesas de Agua, Mesas de Energía etc.

Los Consejos Bolivarianos podrán ejercer la Contraloría Social entendida ésta como la fiscalización, control y supervisión del manejo de los recursos recibidos o generados por la empresa, factoría, prestación de servicio o institución etc. Así como también el control de la planificación, desarrollo, ejecución y seguimiento de los programas y proyectos de inversión, presupuesto ejecutados y por ejecutar.

También podrán postular a los candidatos a integrar las direcciones y gerencias laborales o autoridades cogestionarias, pero no elegirlos pues serán elegidos mediante elecciones libres, universales, directas y secretas garantizando la personalización del voto.

Los Consejos Bolivarianos de Trabajadores serán constituidos por líneas de producción, departamentos, direcciones, divisiones etc.

Sus voceros son trabajadores o trabajadoras elegidos o elegidas libre y democráticamente con carácter de revocabilidad por la Asamblea de Trabajadores quien es la máxima instancia de decisión y estará integrada por todos los trabajadores y trabajadoras activos, contratados, jubilados y pensionados del Centro de Trabajo.

Los voceros de los CBT, departamentales, etc., integran el Consejo Bolivariano de Trabajadores Central de fábricas o dependencias.

Estos a su vez elegirán un vocero que llevará las propuestas u opiniones y decisiones del CBT ante los entes rectores de la empresa, y ante las organizaciones comunales y de la Sociedad civil.

Los Consejos Bolivarianos de Trabajadores pueden establecer mecanismos de integración y de socialización de experiencias con otros Consejos Bolivarianos de otras fábricas o dependencias.

Esta es sólo una propuesta para ser discutida y mejorada, sólo es un papel de trabajo que presentamos sujeto a corrección y/o modificación, que una vez desarrollado como propuesta final es una herramienta indispensable para el proceso de acumulación de fuerzas del movimiento de los trabajadores, hacia la construcción del Poder Popular y el Socialismo.

TOMADO DE:
Declaración de Principios del Colectivo Trabajadores en Revolución

(http://www.aporrea.org/trabajadores/a27778.html 30/11/06)


QUÉ SOMOS Y POR QUÉ SURGIMOS

QUÉ SOMOS Y POR QUÉ SURGIMOS

Por: Colectivo Trabajadores en Revolución

1.- ¿Qué somos?
Cuando nos preguntamos que somos, lo hacemos en función de precisar las consideraciones de tipo ideológico y ético, de nuestra praxis social y política, como clase social, que es factor determinante en el actual contexto de desarrollo del proceso revolucionario venezolano, de manera que nuestra conciencia política nos permita actuar en consonancia con nuestros principios, con los intereses colectivos y de construcción de una nueva sociedad. Por lo tanto somos:
  • Trabajadores bolivarianos, con la conciencia política suficiente para tomar partido por los cambios y por el actual proceso revolucionario venezolano.
  • Reconocemos el liderazgo indiscutible del Comandante Hugo Chávez, líder de esta revolución.
  • Hacemos vida en la UNT.
  • Asumimos que vivimos en una sociedad dividida en clases, la cual es necesario abolir mediante la creación de una sociedad más justa que para nosotros es el socialismo.
  • Nos reconocemos como una instancia política de los trabajadores, no somos ni pretendemos ser un partido político, aunque algunos de nuestros integrantes sean militantes de los partidos revolucionarios.
  • Somos anticapitalistas y por ello irreductible y consecuentemente antiimperialistas.
  • Creemos y practicamos firmemente la democracia participativa y protagónica.
  • Nos nutrimos fundamentalmente de las doctrinas del pensamiento de Bolívar y del pensamiento marxista, sobre la base de que todos estos pensamientos persiguen la justicia social y la emancipación del hombre, y en consecuencia de los pueblos.
  • Reafirmamos el principio de que todos los trabajadores somos potencialmente el sujeto histórico de la revolución.
  • Creemos en la acción política basada en principios éticos e ideológicos, como supremo acto de permanente creación, más aún, de permanente creación colectiva que libere las potencialidades humanas, más allá de cualquier interpretación técnica, instrumental o pragmática.
  • Entendemos que la acción de los trabajadores debe trascender el ámbito sindical, el cual aún reconociendo su gran importancia tampoco puede ser un fin en sí mismo.
  • Por eso nos reconocemos en la sociedad capitalista contemporánea tan llena de contradicciones, complejidades y de recurrentes crisis, como parte de la legión de seres humanos cuya misión histórica es la transformación revolucionaria de nuestra realidad. Por eso somos parte de la revolución latinoamericana y mundial.

    2.- ¿Por qué surgimos?
    En relación con esta interrogante de por que surgimos, podemos hacer referencia a la necesidad de establecer un deslinde ideológico, político, ético y cultural, cuando en el desarrollo de los colectivos se empiezan a confrontar estos elementos, bien sea por sus diferencias o inconsecuencias con los objetivos comunes, con la clase a la que pertenecemos y con el proceso revolucionario. Entonces surgimos:
  • Por nuestra clara, manifiesta y consecuente coherencia entre la teoría y la práctica basada en una ideología y ética revolucionaria en permanente conexión y vínculo con los trabajadores, que marca una ostensible diferencia con los otros factores que hacen vida en la UNT.
  • Por una necesidad, ante la ausencia de escenarios político-sindicales, para propiciar el debate necesario en el seno de los trabajadores que le dé un auténtico contenido político revolucionario a la UNT.
  • Por la exigencia de avanzar en la liquidación de la vieja cultura sindical cetevista, dando un salto político-cultural hacia la construcción colectiva de un nuevo modelo de movimiento de los trabajadores y de sus componentes, que inaugure de verdad una nueva era en el sindicalismo, consustanciada con los tiempos de revolución que vivimos.
  • Porque a diferencia de otros factores no nos autoproclamamos vanguardia o dirección política, ya que entendemos que la relación entre los trabajadores es una relación de iguales. Sin embargo, reconocemos la necesidad de una dirección política, lo que no es un a priori ni se decreta, sino que es producto de una dinámica colectiva.
  • Porque de una etapa estructural organizativa de la UNT, avanzamos hacia una de debate y deslinde político-ideológico, lo que no debe significar una fractura de su estructura, sino por el contrario, la definición, fortalecimiento y consolidación de sus objetivos históricos.

    Tomado de:
    Declaración de Principios del Colectivo Trabajadores en Revolución
    (
    http://www.aporrea.org/trabajadores/a27778.html 30/11/06)

TRABAJADORES EN REVOLUCIÓN, Nº 1, MARTES 1º DE MAYO DE 2007




domingo, 13 de mayo de 2007

¿CUÁLES SON LOS ORÍGENES DEL 1° DE MAYO? ROSA LUXEMBURGO (*)

UN TEXTO, INÉDITO EN CASTELLANO, DE LA GRAN REVOLUCIONARIA MARXISTA

La feliz idea de utilizar la celebración de una jornada de descanso proletaria como un medio para obtener la jornada de trabajo de 8 horas [1], nació en principio en Australia. Ahí los trabajadores decidieron en 1856 organizar una jornada de paralización total del trabajo, con reuniones y distracciones, a fin de manifestar por la jornada de 8 horas. La fecha de esta manifestación debía ser el 21 de abril. En principio, los trabajadores australianos habían previsto esto únicamente para el año 1856. Pero esta primera manifestación tuvo tal repercusión sobre las masas proletarias de Australia, las estimuló y las llevó a nuevas campañas, que se decidió renovar esta manifestación todos los años.

¿De hecho, qué podría dar a los trabajadores más coraje y más confianza en sus propias fuerzas que un bloqueo masivo del trabajo decidido por ellos mismos? ¿Qué podría dar más coraje a los esclavos eternos de las fábricas y los talleres que la reunión de sus propias tropas? Luego, la idea de una fiesta proletaria fue rápidamente aceptada y, de Australia, comienza a expandirse a los otros países hasta conquistar el conjunto del proletariado del mundo.

Los primeros en seguir el ejemplo de los australianos fueron los estadounidenses. En 1886 decidieron que el 1° de mayo sería una jornada universal de suspensión del trabajo. Ese día, 200.000 de ellos abandonaron su trabajo y reivindicaron la jornada de 8 horas. Más tarde, la policía y el cerco legal impidieron a los trabajadores durante años renovar manifestaciones de tal amplitud. Sin embargo, en 1888 ellos renuevan su decisión y prevén que la próxima manifestación será el 1° de mayo de 1890.

Entre tanto, el movimiento obrero en Europa se había reforzado y animado. La más fuerte expresión de este movimiento intervino en el Congreso de la Internacional Obrera en 1889 [2]. En este Congreso, constituido por 400 delegados, se decidió que la jornada de 8 horas debía ser la primera reivindicación. Al respecto, el delegado de los sindicatos franceses, el trabajador Lavigne [3] de Burdeos, propuso que esta reivindicación se expresara en todos los países con una suspensión universal del trabajo. El delegado de los trabajadores norteamericanos llama la atención sobre la decisión de sus camaradas de realizar una huelga el 1° de mayo de 1890, y el Congreso decide esta fecha para la fiesta proletaria universal.

En esta ocasión, como treinta años antes en Australia, los trabajadores pensaban verdaderamente en una sola manifestación. El Congreso decide que los trabajadores de todos los países manifestarán juntos por la jornada de 8 horas el 1° de mayo de 1890. Nadie habla de la repetición de la jornada sin trabajo para los años siguientes. Naturalmente, nadie podía prever el éxito brillante que esta idea iba a tener y la rapidez con la cual sería adoptada por las clases laboriosas. Sin embargo, fue suficiente manifestar el 1° de mayo una sola vez para que todo el mundo comprendiera que el 1° de mayo debía ser una institución anual y perenne.

El 1° de mayo reivindicaba la instauración de la jornada de 8 horas. Pero incluso después que ese fin fue alcanzado, el 1° de mayo no fue abandonado. Mientras que la lucha de los trabajadores contra la burguesía y las clases dominantes continúe, mientras que todas las reivindicaciones no sean satisfechas, el 1° de mayo será la expresión anual de esas reivindicaciones. Y, cuando días mejores lleguen, cuando la clase obrera del mundo haya ganado su liberación, entonces también la humanidad festejará probablemente el 1° de mayo, en honor a las luchas encarnizadas y a los numerosos sufrimientos del pasado.

Artículo publicado, en 1894, en el diario polaco Sprawa Robotnicza (La Causa del Obrero)

NOTAS

(*) ROSA LUXEMBURGO (1871-1919): Dirigente obrera socialista de origen judío-polaco. Desarrolló casi toda su actividad en Alemania a través del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Fundadora del Partido Comunista Alemán (Liga Espartaco) y de la III Internacional. Junto al trabajo político práctico desarrolló un importante aporte teórico con obras como Huelga de masas, partido y sindicato; La acumulación del capital; ¿Reforma social o revolución?; Introducción a la economía política; La revolución rusa.

[1] Se acostumbraba entonces una jornada laboral de por lo menos de 10 a 12 horas diarias.

[2] Se trata del Primer Congreso de la II Internacional.

[3] Raymond Lavigne (1851- ?), militante político y sindicalista.

http://www.marxists.org/francais/luxembur/works/1894/05/rl18940501.htm 13/04/06

Traducción del francés: Giuseppe Raspa, 13/04/06

TRABAJADORES EN REVOLUCIÓN, Nº 1, MARTES 1º DE MAYO DE 2007

TRABAJO ASALARIADO Y SOCIALISMO

El tema salarial es recurrente en la lucha sindical. También es recurrente en las discusiones y en la práctica real en la lucha por el socialismo.

En la lucha sindical, tanto en los países capitalistas, como en aquellos países que tomaron medidas socializantes y estatistas, el tema salarial es obligante, pues de su nivel, en relación con el costo de la vida en un determinado país, depende el nivel de vida del trabajador y su familia.

El aumento de los salarios, como hace notar Marx, no incidiría, en los precios de las mercancías, pero sí hace bajar las ganancias, pues los ingresos del capitalista (ganancia), del terrateniente (renta de la tierra) y del trabajador (salario), se derivan todos de la plusvalía producida por el conjunto de los trabajadores de una determinada economía social.

La fuerza política y social de las distintas clases y fracciones de clases regula de una forma, a la vez económica y extraeconómica, el reparto de la producción de plusvalía, por tanto el nivel de los salarios.

El capital, controlando la producción y distribución de mercancías, aumenta, fuera de toda lógica económica abstracta, pero dentro de la lógica de la extorsión de la plusvalía típica de toda economía capitalista (con patronos o sin ellos), constantemente el precio de las mercancías, en especial de aquellas destinadas al consumo masivo en particular alimentos y bebidas, que en Venezuela, históricamente, han tenido aumentos superiores de hasta un 50% por encima del índice general inflacionario.

De esta manera, los patronos se reapropian de una parte de la plusvalía que se entregó a los trabajadores en forma de salario. Por eso Marx en las conclusiones de Salario, precio y ganancia afirma que “La tendencia general de la producción capitalista no es a elevar el promedio standard del salario, sino a reducirlo.”

Por ello, la lucha por aumentos de salarios es permanente sólo para poder mantener el mínimo vital. De aquí se desprende, entre otros la necesidad de superar definitivamente el orden capitalista, pues es irreformable y su desarrollo sólo conduce al callejón sin salida del desempleo estructural y de la constante baja del costo del trabajo, es decir la constante baja salarial. Por eso, se ha propuesto que junto al aumento salarial se establezca la congelación de los bienes y servicios de consumo masivo.

En consecuencia, “la clase obrera no debe exagerar a sus propios ojos el resultado final de estas luchas diarias. No debe olvidar que lucha contra los efectos, pero no contra las causas de estos efectos; que lo que hace es contener el movimiento descendente, pero no cambiar su dirección; que aplica paliativos, pero no cura la enfermedad. No debe, por tanto, entregarse por entero a esta inevitable lucha guerrillera, continuamente provocada por los abusos incesantes del capital o por las fluctuaciones del mercado. Debe comprender que el sistema actual, aun con todas las miserias que vuelca sobre ella, engendra simultáneamente las condiciones materiales y las formas sociales necesarias para la reconstrucción económica de la sociedad. En vez del lema conservador de "¡Un salario justo por una jornada de trabajo justa!", deberá inscribir en su bandera esta consigna revolucionaria: "¡Abolición del sistema del trabajo asalariado!" (Marx, ibid).

La abolición del trabajo asalariado, junto con las demás categorías mercantiles (mercancía, dinero, plusvalía, intercambio mercantil, etc.), es condición indispensable para levantar una sociedad socialista merecedora de tal nombre. Que ello no sea posible de la noche a la mañana y necesita de su extensión a un territorio cuando menos de muy grandes porciones del planeta, es también cierto. La destrucción del capitalismo y el surgimiento de una sociedad socialista a partir de las “condiciones materiales y las formas sociales necesarias” que el propio capitalismo ha creado, es tarea de toda una época histórica que es la época de la transición al socialismo y al comunismo.

TRABAJADORES EN REVOLUCIÓN, Nº 1, MARTES 1º DE MAYO DE 2007

CONSOLIDAR UNA CORRIENTE REVOLUCIONARIA DE PENSAMIENTO BOLIVARIANO, MARXISTA EN EL SENO DEL MOVIMIENTO OBRERO




TAREA DE LA REVOLUCIÓN

Por: Colectivo de Trabajadores en Revolución


Lo más hermoso del proceso revolucionario está en la diversidad de opiniones que surgen como propuesta desde el seno del pueblo, donde todos, absolutamente todos los factores, convergen en posibilidades de cambio en la estructura del Estado, en franca guerra a la burocracia y a la corrupción. Exigen a la conducta de quienes han tenido y tienen la obligación de exterminar estos flagelos y que hacen de nuestra institucionalidad un armatoste vetusto, inoperante, ineficiente; los cambios necesarios que fortalezcan el espíritu la razón y lógica de la Revolución Bolivariana.

Esta discusión nos lleva a reflexionar sobre cuál es el papel de los trabajadores en este momento político donde la explosión del poder popular se hace sentir con fuerza, como poder constituyente que amenaza con arrasar a su paso al poder constituido y donde se genera inevitablemente una expresión nítida de la confrontación ideológica de clases, pues, los que no comparten lo radical de esta propuesta (los reformistas) no se oponen en teoría, pero en la práctica juegan a la manipulación, al clientelismo, a la macolla, para evitar la conformación de un verdadero poder popular, constituyente, autónomo y revolucionario.

En este debate está ausente la clase obrera, como clase, aunque existan referencias o grupos aislados dentro del movimiento obrero que tengan opinión o participen de los cambios, los trabajadores no hemos estado a la altura de esta circunstancia como clase vanguardia, llamada a asumir el protagonismo revolucionario que la historia le ha asignado a través de los años, desde la revolución industrial hasta nuestros días.

Esto tiene una explicación, durante los últimos 40 años del puntofijismo, la clase trabajadora fue reducida a un simple estamento acrítico, sin conciencia, dirigida por un sindicalismo reformista, comprometido con la opresión capitalista que dejó como herencia un sindicalismo reivindicativista, lochero, y autoritario que generó hacia el resto de la clase el estancamiento, el conformismo y la manifestación de inquietudes en el orden económico reivindicativista; por supuesto al lado de esta mayoría sobrevivió un reducido grupo de sindicalistas proponentes de cambios estructurales que han sido blanco fácil para la descalificación y sometidos al chantaje político por intentar romper el orden constituido. La victoria del Presidente Chávez en el 98 y luego el proceso constituyente que produjo la constitución del 99, desborda el espectro del mundo sindical, nuestras organizaciones sindicales surgieron contra la vieja estructura sindical, sea a través de elecciones o por la vía de sindicatos paralelos, la burocracia cetevista fue perdiendo espacio, espacio que fue llenado por la nueva Central Bolivariana, la UNT, hija indiscutible de este proceso revolucionario; El golpe de Estado de abril 2002 y el paro petrolero de diciembre 2002 y enero 2003, terminaron de desenmascarar a la CTV, y esto marcó su desplazamiento a la categoría de central minoritaria quedando la UNT, como central hegemónica con mayoría de afiliación sindical.

A lo interno de la UNT, se abrió el debate acerca del modelo sindical, y fue esta nueva central también un instrumento donde se debaten las 2 principales tendencias, el reformismo y las ideas de la revolución; la mayoría sindical heredó la de la vieja práctica socialdemócrata, poco democrática, menos autonómica, con profundo arraigo democrático y con una clara tendencia de sumir al movimiento de los trabajadores en apéndices de los partidos que apoyan el proceso, restándole protagonismo y crecimiento cualitativo alejándolo de la posibilidad de convertirse en una parte esencial como sujeto histórico de esta revolución.

Hoy la UNT, es una Central secuestrada por las diversas tendencias que anteponen sus intereses grupales y personales a los intereses de la clase obrera como vanguardia revolucionaria. Nosotros como trabajadores revolucionarios hemos apostado por la construcción de una corriente revolucionaria en el seno del movimiento obrero y desde la UNT. hemos impulsado el Colectivo de Trabajadores en Revolución; CTR; hemos desarrollado una declaración de principios que recoge aportes para un programa mínimo de clase, desde la perspectiva Marxista, Bolivariana con claro apego a las bases y sobre las base de la democracia revolucionaria.

Nos planteamos el desarrollo de un modelo diferente de la gestión sindical desde una perspectiva radical y revolucionaria donde la burocracia, la corrupción, el antidemocratismo, el autoritarismo, el mesianismo y los acuerdos de cúpulas sean borrados del ejercicio sindical; donde se luche por defender y por ampliar los derechos y reivindicaciones de los trabajadores, pero donde la defensa de la revolución, la construcción del socialismo y la transformación del Estado sea una tarea primordial de ese sindicalismo emergente y revolucionario. Donde se abran las bases para el fortalecimiento del poder constituyente de los trabajadores que emerja contra el poder constituido en el movimiento sindical.

Lanzamos la propuesta de los Consejos Bolivarianos de Trabajadores también conocida como Consejos Obreros o Consejos laborales, propuesta que fue asumida por casi todas las corrientes, pero en su verdadera concepción como poder constituyente afloró la primera contradicción de fondo entre los sindicatos y los Consejos de trabajadores y de allí surgen algunas interrogantes: ¿Desaparecen los Sindicatos con los Consejos de Trabajadores? ¿Controla el Consejo de Trabajadores al Sindicato? ¿Controla el Sindicato al Consejo de Trabajadores?, la respuesta a estas interrogantes expresan la ubicación en una u otra corriente ideológica.

Los Consejos de Trabajadores son una propuesta política de los trabajadores al proceso de transformación revolucionaria, que se concibe como instancia de articulación e integración que permitirá a los trabajadores y trabajadoras ejercer su participación no sólo en toma de decisión, sino en la gestión de la fábrica, empresa o institución, su ámbito es el centro de trabajo pero se conecta, relaciona y forma parte de su entorno y las organizaciones sociales. Su política estará en concordancia con las políticas públicas trazadas por el gobierno revolucionario orientados a la conclusión de una sociedad de equidad y justicia social, son entonces una respuesta política de los trabajadores desde las bases, a la exigencia del momento histórico que vivimos.

Los Consejos Bolivarianos de Trabajadores, ni sustituyen ni desaparecen los Sindicatos desde nuestra perspectiva, pero se les asigna el poder constituyente y originario para producir el cambio necesario en los modos de producción, en el control de la fábrica, empresa o institución, y a refundar los sindicatos y su papel así como la nueva institucionalidad.

Para los trabajadores esto es un reto, pues se trata de un cambio radical y todo cambio suele ser traumático, doloroso, incomodo; pero muchas veces lo amargo cura y lo desagradable nos favorece el espíritu.

Vivimos tiempos traumáticos y de la refundación de nuestra Patria, los trabajadores tenemos la misión histórica de junto al pueblo y los campesinos atender el parto de la historia que haga posible el advenimiento de la nueva sociedad, vale decir el Socialismo.

TRABAJADORES EN REVOLUCIÓN, Nº 1, MARTES 1º DE MAYO DE 2007